Reconocer los niveles de ansiedad que me
causa una situación es vital para cada uno, ya que la interpretación que se le
da y el grado de afectación es muy diferente entre una y otra persona. El
cuidado de la salud mental es importante ya que el estrés es considerado uno de
los principales factores psicológicos que afectan a la mayoría de las personas,
por lo tanto, aprender a reconocerlo y controlarlo es tarea de cada individuo.
Es común que las personas que sufren de
ansiedad piensen, que es externo y que no lo puedo evitar y las personas que
viven con ellas piensan lo contrario. Entonces ¿Se puede o no controlar la
ansiedad?
Y la respuesta es, que la ansiedad se puede y
debe controlar ya que puede afectar gravemente a la persona y hacerla caer en
un trastorno depresivo. Los familiares tienen que ser una red de apoyo para
mejorar. La ansiedad es un exceso de
preocupación, pensar constantemente en los problemas y no llegar a dar
solución; la ansiedad está nutrida por constantes pensamientos negativos y
puede afectar a una persona gravemente con trastornos alimenticios, sueño y
relaciones interpersonales.
Para disminuir el estado de ansiedad lo que
necesitamos es dar solución, para ello una de las muchas estrategias que
existen en la literatura cognitivo conductual son las técnicas de solución de
problemas, es ir paso a paso evaluando, reconociendo, buscando posibilidades y
avanzar, te dejamos algunas recomendaciones:
1. Orientación del problema: Evalúa el
problema, pregúntate cómo percibo el problema, cómo lo valoro, qué poder tengo
sobre él y qué parte de mi tiempo ocupa.
2. Defición: trata de evaluar o calificar la
importancia que el problema tiene para ti
3. Busca alternativas: Generar tantas
soluciones y tan variadas como sea imposible. No importa si son realistas o no.
4. Toma de decisiones: Ahora sí es momento de
elegir alguna, pero es necesario observar las consecuencias de cada una de las
alternativas anteriores.
5. Verificación: es llevar a cabo la solución
y hacer pequeñas reevaluaciones para verificar que se esté mejorando, de no ser
así redefinir.
Definiendo bien los problemas, logramos
acotarlos, hacerlos manejables y poder trabajar con aspectos concretos y no tan
generales, de no ser así la mente se puede llenar de pensamientos que llegan a
ser irracionales y acabaremos preocupados por situaciones fuera de nuestro
alcance y por lo tanto sin solución.
Lic. Alma Georgina Hernández
Fundadora de ACC Especialistas A.C
www.accespecialistas.org.mx
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