Podemos decir muchas formas acercas de como vivir la vida de una manera sagrada y quizá para todos sea diferente, como todo en este mundo, pues hay tres puntos de divergencia en el hombre que hace que veamos todo de una manera diferente; nuestras emociones, nuestra experiencia personal y nuestra interpretación de la realidad, sin embargo hay áreas en las que todos tenemos ideas más o menos similares.
Hablar de algo sagrado siempre nos infunde o nos da la idea en primera instancia de respeto, sentimos esa sensación de no poder opinar o discutir, pues son temas que vemos de alguna manera como algo relacionado con una parte Divina de nuestro ser y lo vemos como algo intocable, siempre allá arriba en planos muy espirituales.
De igual manera podemos convertir nuestra vida en todo un ritual místico, entendiendo que el misticismo se refriere a nuestra conciencia y nivel de conexión con nuestra vida espiritual. Para ello podemos empezar por tomar conciencia que existen Leyes Universales y que todo lo que sucede en nuestra vida y en el Universo esta regido por estas, aunque a veces nos parezca todo lo contrario, por ello mismo todo tiene una razón de ser, a pesar de que la mayoría de veces nuestra limitada conciencia humana no logre entenderlo.
Vivir la vida de manera sagrada es ver en cada ser humano una chispa Divina del creador y por ello respetar el proceso de vida de cada uno. También es agradecer y valorar por cada una de las cosas que tememos por pequeñas que nos parezca, es infinita la lista de cosas por agradecer, no acabaríamos nunca de nombrarlas si realmente hacemos un ejercicio consciente de gratitud o agradecimiento cada amanecer o cada atardecer.
Cada instante de nuestras vidas puede ser sagrado en la medida en que vivamos presentes, en el aquí y en ahora, sin estar ausentes o robotizados por nuestra mente y nuestro ego. El vivir de una manera "Sagrada" se refiere a nuestro interior a nuestra conexión con nuestra Divinidad, no al aparentarlo con los demás, es un compromiso con nosotros mismos que nada tiene que ver con si los demás se dan cuenta o no. Es vivir interiormente observando el mundo con un lente que nos puede parecer que podemos ver todo como en cámara lenta, observado cada momento de nuestra cotidianidad de una manera sabia y con la clara idea de que cada día es un regalo de cielo para nuestro crecimiento y aprendizaje.
Es observar nuestro interior y nuestras emociones en cada momento, sin culparnos, controlando nuestro dialogo interior, aceptando que somos seres en proceso de transformación y como tal somos susceptibles de cometer lo que llamamos errores, que no son mas que pasos para nuestro crecimiento. Y ver como tal a nuestros semejantes, por ello debemos trabajar el perdón momento a momento, pues como bien sabemos el odio es una flecha con doble sentido que nos hace daño mas a nosotros que a nuestros semejantes.
Vivir la vida de manera Sagrada es ampliar nuestra conciencia día con día, adquiriendo conocimientos nuevos, buscando nuevas experiencias, para con ello poder ver la realidad como realmente es y no como nuestra interpretación nos hace verla. En la medida que lo vayamos logrando empezaremos a entrar en contacto con esa alta energía del Universo que esta ahí permanentemente y que no podemos sentir por nuestra baja vibración y nuestro ego. Somos energía y tenemos una frecuencia vibratoria, es lo único real en este mundo, empecemos entonces a subir peldaños de conocimiento y experiencia para vivir en otro campo, en otra dimensión.
Empecemos entonces a vivir la vida de una manera diferente, poniendo en cada uno de nuestros días ese misticismo de saber que somos parte de la ENERGÍA UNIVERSAL y como tal podemos hacer de cada uno de nuestros instantes algo sagrado.
Por Cony Garrido
Periodista, escritora, catedrática y conferencista.
Instructora de Khan Yoga y Meditación.
Creadora y Directora Congreso Mujer Saludable.
