1. Escribe un diario
Escribir un diario puede ayudarnos a conocernos a nosotros mismos. Es bueno porque nos hace pensar qué es lo que hemos hecho durante el día, y puede ayudarnos a entender cómo nos hemos sentido. Pero, además, si volvemos a leer lo que vamos escribiendo, puede aportarnos retroalimentación sobre cómo somos.
Existe un tipo de diario que se llama “diario emocional”, que está destinado precisamente a mejorar el autoconocimiento de nuestras emociones.
Este tipo de diario consiste en escribir cómo nos hemos sentido a lo largo de la jornada, es decir, que no solamente se escribe lo que nos ha pasado, sino que es necesario reflexionar sobre nuestros sentimientos y emociones.. Para llevarlo a cabo, puedes hacerlo durante 10 minutos justo antes de acostarte. No es mucho tiempo, y puede hacerte más emocionalmente consciente.
2. Anota tus virtudes y tus defectos
Podría parecer que todos nos conocemos, pero en realidad, son muchas las personas que nunca han reflexionado sobre sus virtudes y defectos. De hecho, hay personas que van a una entrevista de trabajo y cuando el entrevistador les pide que se describan o que resalten sus puntos fuertes o débiles se quedan en blanco.
Para evitar esto y conocerte mejor, puedes ir colocando en una lista tus virtudes y tus defectos, pues te hará pensar sobre quién eres y las cualidades que posees. Esto también puede ser útil a la hora de buscar trabajo o decidir qué estudios debes cursar. Por otro lado, ten en cuenta que no hay un modo objetivo de hacer bien esta tarea, solo el tuyo, de modo que no te obsesiones: el mejor juez sobre este tema es uno mismo.
3. Anota tus pasiones
A la hora de elegir un trabajo o lo que quieres estudiar, también es interesante que valores cuáles son tus aficiones y tus pasiones, es decir, qué actividades o trabajos te hacen sentir en estado de tranquilidad cuando los practicas. Conocer nuestras pasiones puede ayudarnos a mejorar nuestra automotivación y nuestra felicidad.
4. Haz la rueda de la vida
Una dinámica muy conocida para mejorar el autoconocimiento de uno mismo es lo que se conoce como “la rueda de la vida”. Es una técnica de desarrollo personal que consiste hacer un círculo y elegir 10 áreas de tu vida que quieras cambiar o mejorar. La rueda de la vida te invita a reflexionar sobre los diferentes aspectos que forman parte de tu vida: tus amistades, familia, trabajo, ocio, etc.
También te hace reflexionar sobre tus prioridades, puesto que una vez que has elegido los puntos de tu vida que consideras fundamentales, debes asignarles un número en función del orden de preferencia para ti. Después, puedes comenzar a escribir las acciones que llevarás a cabo para transformar tu vida. Esto te permite conocer tu presente pero también saber qué futuro quieres.
5. Pídele a alguien una descripción sobre ti.
Muchas veces pensamos que nos vemos igual que los demás nos ven y no siempre es así. A veces, los demás nos ven de otra manera y puede chocarnos. Por eso, para mejorar nuestro autoconocimiento, podemos pedirles a nuestros amigos que nos describan cómo nos ven. Así podemos hacernos una imagen más realista de lo que proyectamos.
PASO MÁS IMPORTANTE
Una vez hayas realizado estas actividades recuerda que la mejor manera de trabajar el autoconocimiento es la auto observación, el estar en estado permanente al cuidado de tus emociones y reacciones. El auto análisis, el estarte cuestionando de manera habitual porque reaccionas de una u otra manera a los sucesos de tu vida cotidiana. Y sobre todo el sacar conclusiones, que te hagan tener un aprendizaje y crecimiento. Es importante ser constante, disciplinado y muy paciente, es un trabajo arduo y largo pero con hermosos resultados.
"No es por casualidad que el aforismo en la entrada del templo de Apolo en Delfos dijera "Conócete a ti mismo". Es solamente a través de la forma como enfrentamos nuestras experiencias y retos en la vida que podemos conocernos internamente, y aprender que el fin del sufrimiento y el hallazgo de la felicidad no dependen de factores externos, sino que están completamente en nuestras manos." Guillermo García y Morales.
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