La serotonina es un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo, aunque cumple también otro tipo de funciones: Regula el apetito causando la sensación de saciedad. Controla la temperatura corporal.
Si hay muy poca serotonina en el cerebro, el equilibrio se altera. Un nivel de serotonina desequilibrado puede tener un efecto negativo en su estado de ánimo y afectar a su rendimiento general.
LA SEROTONINA Y LAS EMOCIONES
La serotonina es un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo, aunque cumple también otro tipo de funciones:
Regula el apetito causando la sensación de saciedad.
Controla la temperatura corporal.
Regula el apetito sexual.
Controla la actividad motora, la percepción y la función cognitiva.
Junto a otros neurotransmisores -dopamina y noradrenalina- participa en los mecanismos que rigen la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad.
Regula secreción de algunas hormonas, como es el caso de la melatonina, una proteína entre cuyas muchas funciones está la de regular los ritmos circadianos y el sueño.
Desempeña un papel importante en la formación y el mantenimiento de la estructura ósea.
Está implicada en el funcionamiento del sistema vascular.
Induce la división celular.
A la serotonina también se la conoce como la hormona de la felicidad, ya que cuando aumentan sus niveles en los circuitos neuronales genera sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y aumenta la concentración y la autoestima.
En este sentido, es necesario tener en cuenta que para producir la serotonina el organismo necesita una sustancia llamada triptófano que no puede producir por sí mismo, sino que debe obtenerlo a partir de los alimentos que se ingieren:
Huevos.
Pastas.
Arroz.
Lácteos.
Cereales.
Pollo.
Pavo.
Plátanos.
Leguminosas, entre otros.
No obstante también se pueden incrementar los niveles de serotonina mediante la práctica regular de ejercicio o técnicas de relajación como, por ejemplo, el yoga y la MEDITACIÓN. También los cambios de actividad, los viajes, los nuevos proyectos y el ocio saludable ayudan a mantener e incluso aumentar la producción de serotonina.
Otro dato significativo es que el organismo de los hombres genera un 50% más de serotonina que el de las mujeres, por lo que éstas sentirán con mayor intensidad el aumento o el descenso de los niveles de este neurotransmisor.
De hecho, hay factores que pueden alterar la producción de serotonina ocasionando un descenso de los niveles presentes en el organismo. Una dieta pobre en triptófanos, el estrés, los cambios hormonales y la diabetes son algunas de estas causas. La evidencia farmacológica sugiere que los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS) aumentan los niveles extracelulares de serotonina al impedir que en el espacio sináptico (espacio de comunicación entre dos neuronas) se produzca su recaptación hacia la célula presináptica, por lo que aumenta la cantidad de serotonina en la hendidura sináptica disponible para unirse al receptor postsináptico logrando con ello una mayor actividad.
Tener los niveles de serotonina por debajo de lo normal se asocia a enfermedades mentales, como el autismo, la esquizofrenia, hiperactividad, depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, agresividad, insomnio, estrés.
Cuida tu serotonina y mejoras en varios aspectos de tu vida!
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