Se sugiere que se practique este ejercicio durante los cuarenta días venideros que corresponden a la cuaresma conjuntamente con los ejercicios correspondientes de sus monografías.
•Cierren los ojos y relájese, quédese quieto. Recuerde que
recibirá en la medida que de.
•Ante usted se halla un ser iluminado. Puede ser alguien a
quien haya conocido bien en esta encarnación o que conoció durante la anterior,
y que ahora vela amorosamente por usted. Podría ser también el Maestro Jesús
quien, en aquellos lejanos días de la Pascua, se encarnó entre nosotros, y
puede sentir y compartir su sufrimiento mejor que nadie. Confíe en cualquiera
entidad que su Ser Interno perciba y, por un momento, comuníquele los pesares,
los problemas y las angustias que ahora está sufriendo o que sufrió en el
pasado, y aun los malos pensamientos que quizás irradio alguna vez hacia los
demás.
•El ser iluminado acepta su pena con verdadera compasión, lo
que les permite tranquilizar su conciencia, iluminar su corazón y purificar su
alma, de modo que pueda participar en la segunda parte del ejercicio.
•Desde que apareció la gran Luz de la Navidad, la Naturaleza
ha estado preparando en forma secreta el espectacular y maravilloso nacimiento
de la primavera. Nuestros pensamientos positivos pueden brotar en una forma
similar, bajo la protección de la Oscuridad Cósmica.
•Visualice un huevo; vea su cascarón blanco, con un
opalescente matiz azul y rosa, bañado con el argentado brillo de una noche
iluminada por la luna.
•Ahora visualícese dentro del huevo opalescente. El interior
está oscuro, pero se siente apacible. Ignore el mundo exterior, aun cuando éste
lance una sombra sobre usted. Se encuentra en el seno de la Unidad, en la
matriz de la Madre del Mundo quien pronto le dará a luz.
•Ahora, entre los colores de la noche, en el seno de su Ser
Interno Centellea un Cristal puro, como símbolo de la Conciencia Crística que
algún día alcanzara.
•Guarde en su mente los más elevados pensamientos de amor,
simpatía, bondad y generosidad que su alma pueda dar. Observe cómo crece este
cristal dentro de ustedes, protegido por el cascarón que se romperá en la noche
de pascua.
•Todos los pensamientos positivos y vivificantes que están
ocultos en lo más recóndito de su corazón psíquico tienen que nacer en este
momento. Su cristal debe sentir la tibieza de los rayos del Sol y ver la
deslumbrante luz del día.
•En el momento de romperse el cascarón del huevo, todos sus
pensamientos de amor salen precipitadamente, llenando el corazón de todos los
seres del universo. Esos pensamientos realizarán su labor beneficiosa, antes de
empezar de nuevo el eterno proceso que rige nuestro mundo: germinación y
nacimiento.
Bien QQ∴HH∴ todos, que la paz profunda
siempre sea con usted.
De los amados hermanos Antigua y Mística Orden Rosae Crucis Gran Logia AMORC Jurisdicción de Habla Hispana para las Américas.
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