Muchas veces cuando observo por las calles, en el transporte público y en varios sitios similares a personas realizando esfuerzos extraordinarios, como cargar objetos muy pesados por tramos muy largos, tratar de vender pequeñas golosinas de las cuales obtendrán muy poca ganancia, realizar trabajos forzados y muchas actividades por el estilo me pregunto: ¿Qué los hace seguir adelante?
Que fuerza extraña hace que, a pesar de tener una vida muy pero muy dura, una gran mayoría de los seres humanos sigan adelante?.
Por otro lado, también me pregunto que paso con los que decidieron "no seguir adelante"?
Que fue lo que perdieron?
Ante este importante cuestionamiento he investigado varias teorías de expertos en el tema, como psicólogos, antropólogos y sociólogos, pero las respuestas que he encontrado no me acaban convencer.
Tratando de encontrar una respuesta que me de un poco mas de sentido a estas dos situaciones he llegado siempre al mismo camino. La conexión con tu ser interno, con tu divinidad, con tu esencia tiene que ver con tus ilusiones, con tu sentido de vida, con tu esperanza de un mejor mañana.
Tal parece que las personas que tienen una relación mas estrecha con su parte espiritual, logran tener siempre mas ilusiones, mas metas y sobre todo logran conservar una esperanza mas allá de lo comprensible bajo parámetros materialistas.
Pareciera también que esa estrecha relación y su respecto hacia una divinidad dentro de ellos, fuese la que generase esas ilusiones y metas. Como por el contrario las personas que no profesan ninguna religión y se declaran totalmente ateos suelen no tener un sentido de vida tan fuerte.
Esto va mas allá de cualquier creencia religiosa, tiene que ver con nuestro ser interno, con una conexión con el cosmos que parece incomprensible y sobre todo inexplicable para quienes viven en un mundo completamente materialista.
Hay quienes suelen tener metas bastantes materialistas, y logran por lo general sobrevivir muy bien aparentemente, pero los escuchamos decir alguna vez del gran vació que llevan dentro de si.
Podemos decir entonces que el hecho de tener una mínima relación, respeto o creencia con nuestro ser interno, con nuestra divinidad, es de cierta manera lo que nos genera ilusiones, metas y sobre todo esperanza!
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