Le hablé como si fuese otro ser dentro de mi, pero parte de mi, de tu a tu, con un cariño infinito, le pregunté que le esta pasando, que he hecho mal, siento que quizá no he sido lo suficientemente cuidadosa, a pesar de que como lo mas sanamente que puedo, camino mucho, hago ejercicio, pero sobre todo cuido mis emociones, las observo continuamente y trato de trabajar mucho el "me vale" que todo me resbale, entendiendo que no puedo controlar el mundo, entiendo que esto muchas veces nos rebasa, pero trato de reaccionar lo mas pronto posible y trabajarlo continuamente.
Le dije que me enviará señales de que estaba haciendo mal y que podía hacer por mejorar su estado actual, fue una de las conversaciones mas sinceras y honestas que he tenido en mi vida, pues en realidad necesitaba encontrar porque estaba viviendo la ausencia temporal de mi maravillosa salud, que ahora veo que no he valorado lo suficiente, entiendo que entré en un etapa de grandes lecciones por aprender, pero eso no impedía que le hablase a mi cuerpo como nunca antes lo había hecho, me dirigí a cada una de las partes de mi cuerpo, con extremo cuidado, y sintiendo que era escuchada, recordé tanto ese texto que he usado tantas veces acerca de "habla con tus células, ellas te escuchan".
Así lo hice, hable detenidamente y con mucho amor con mis células, mi corazón, mi hígado, mis riñones, con todas y cada una de las partes de mi cuerpo y podía sentir su energía, podía sentir como cuando le hablas a una plantita o a una mascota, hay algo dentro de ti que te deja saber que te están escuchando, lloré mucho, pedí ayuda de mis seres de luz, para poder entender porque y para que estaba viviendo todo aquello que se había prolongado ya por mas de dos meses y me había sacado casi totalmente de mis rutinas normales, entendía que a veces la vida nos manda pausas fuertes por diferentes motivos, pero mi mente quería continuar ya con todo lo que gusta tanto hacer y me presionaba continuamente...
A partir de ese día mi salud empezó a mejorar notablemente y aunque no era aparentemente grave lo que me estaba pasado si me tenia muy detenida, y sobre todo era la primera vez en mis 62 años de vida, que sentía un agotamiento profundo y mi cuerpo no estaba respondiendo a mi exceso de energía y entusiasmo habitual. Aprendí grandes lecciones, pero sobre todo me di cuenta de a pesar de comer sanamente y hacer ejercicio regular, tal como lo dije en mi tercer libro "EL TRIANGULO PERFECTO", las emociones mandan por encima de todo ello.
El cáncer, diabetes, y miles de enfermedades mas, definitivamente son originados por emociones no procesadas, por traumas no resueltos y varias situaciones similares. Lo digo con tanta firmeza y convicción porque soy completamente consiente de que si tuve una fuerte decepción dias antes de empezar a enfermarme, y a pesar de llevar mucho tiempo trabajando este tema, de haber escrito un libro completo sobre ello y de que todos mis libros hablan de ello, NO LO CONCIENTICE en su momento, no alcance a dimensionar la magnitud de dicho suceso en mis emociones y por ende en mi amado cuerpo.
Hoy me queda mas claro que nunca que ante estas situaciones quizá no haya nada que hacer, era algo que teníamos que vivir, como siempre lo he dicho, era necesario vivir esa experiencia para aprender esa lección, pero si podemos una vez concientizado tratar de alguna manera de apaciguar esas emociones, de observarlas, analizarlas, entender porque nos afectó tanto esta o aquella decepción o situación y procesarla, sacarla, transformarla, hablando, escribiendo, en terapia, en platicas, en mil formas, pero sacarla no quedarnos con ello adentro de nosotros, pues es esa sensación desagradable la que afecta nuestro amado cuerpo.
Estoy mas fortalecida si, pero sobre todo mas humilde, mas agradecida, mas cuidadosa con mi cuerpo y mis emociones que nunca, con un enorme sentimiento de valoración del funcionamiento del Universo, aunque no nos lo parezca, TODO ES PERFECTO.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS1
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