Hace años cuando vivía en Miami me tocó vivir una experiencia parecida con los huracanes.
Después del paso de uno de los más fuertes quedamos sin luz por una semana. La mayoría de las empresas tuvieron que cerrar y las escuelas suspendieron clases.
Esto hizo que tuviéramos que convivir no sólo con nuestras familias, sino con nuestros vecinos.
Las estaciones de gasolina tenían abasto pero no había luz para que las bombas surtieran, lo cual hizo que nadie logrará irse a otras ciudades. No quedaba otra que CONVIVIR!
Esto hizo que tuviéramos que convivir no sólo con nuestras familias, sino con nuestros vecinos.
Las estaciones de gasolina tenían abasto pero no había luz para que las bombas surtieran, lo cual hizo que nadie logrará irse a otras ciudades. No quedaba otra que CONVIVIR!
En esa hermosa semana que nunca olvidaré platicamos con mi esposo y con mis hijos temas que jamás habíamos tocado, jugamos mil juegos, hasta tuvimos tiempo de abrazarnos y creo que desde ese tiempo nos volvimos más unidos.
Conocimos vecinos que jamás habíamos tratado. Nos reuníamos a cocinar con leña, porque casi todas las estufas en Miami son eléctricas, asi que nos poníamos de acuerdo con toda la calma, que no nos permiten nuestras rutinas diarias para ver que cocinabamos cada día. Gracias a esos momentos empecé a tratar vecinos que veía de lejos hacia varios años, vecinos que hoy son grandes amigos, no sabía hasta ese momento lo lindas personas que eran.
Gracias a esos días recordé que el propósito de nuestras vidas es evolucionar, es aprender lecciones y esto sólo se logra a través de las relaciones humanas.
Recordé también que hacer dinero, tener éxito, comprar todo lo de moda, no es lo importante de la vida, no es lo que me voy a llevar. En mi corazón y en mi alma sólo quedarán los momentos vividos y las grandes lecciones de aprendizaje.
Conocimos vecinos que jamás habíamos tratado. Nos reuníamos a cocinar con leña, porque casi todas las estufas en Miami son eléctricas, asi que nos poníamos de acuerdo con toda la calma, que no nos permiten nuestras rutinas diarias para ver que cocinabamos cada día. Gracias a esos momentos empecé a tratar vecinos que veía de lejos hacia varios años, vecinos que hoy son grandes amigos, no sabía hasta ese momento lo lindas personas que eran.
Gracias a esos días recordé que el propósito de nuestras vidas es evolucionar, es aprender lecciones y esto sólo se logra a través de las relaciones humanas.
Recordé también que hacer dinero, tener éxito, comprar todo lo de moda, no es lo importante de la vida, no es lo que me voy a llevar. En mi corazón y en mi alma sólo quedarán los momentos vividos y las grandes lecciones de aprendizaje.
Por eso hoy agradezco por esta nueva oportunidad de poder compartir con mis seres más cercanos, de poder hacer un alto a las imparables y aceleradas rutinas diarias.
Estoy segura que una gran lección aprenderé está vez, que estaba perdiendo de vista y que por supuesto es más importante que cualquier otro tema.
Esta vez seguramente sabré aprovecharla mejor, escuchando a mis hijos y mi esposo muy detenidamente, disfrutando este tiempo con plena atención.
Estoy segura que una gran lección aprenderé está vez, que estaba perdiendo de vista y que por supuesto es más importante que cualquier otro tema.
Esta vez seguramente sabré aprovecharla mejor, escuchando a mis hijos y mi esposo muy detenidamente, disfrutando este tiempo con plena atención.
Y cuando todo esto pase, miraré este tiempo con gran gratitud sabiendo que supe aprovecharlo sabiamente.
Gracias
Cony Garrido
Periodista, escritora y catedrática.
Cony Garrido
Periodista, escritora y catedrática.
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