jueves, 26 de marzo de 2020

ESTAMOS VIVIENDO UN MOMENTO HISTÓRICO

POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD...

Por primera vez en la historia de la humanidad, todos los seres humanos del planeta, ricos, pobres, blancos, negros, judíos, cristianos, chinos, rusos o mexicanos hacen lo mismo al mismo tiempo.

Parar nuestras vida, detener nuestras rutinas diarias y permanecer en un solo espacio sin poder salir a ningún lado. En esta ocasión no hubo manera de escapar a las fincas o a los lugares paradisíacos, en la mayoría de los casos, pues donde quiera que fuéramos el problema era el mismo, el peligro del contagio, el miedo, el miedo a todo y a nada.

Todos pensamos que jamás íbamos a vivir algo parecido, todos pensamos que esto que estamos viviendo se veía solo en películas y por momentos nos parece estar viviendo un sueño o una pesadilla de la cual despertaremos de un momento a otro y todo volverá a la normalidad.

Momentos después recapacitamos y empezamos a entender que después de esto ya nada volverá a ser igual, no sabemos bien cómo será el mundo de ahora en adelante, pero estamos seguros que muy diferente.

Pero… ¿estos cambios serán solo externos? Eso es algo que aún muchos no han empezado a preguntarse o darse cuenta, a tomar conciencia de este proceso de transformación interna que muchos viviremos de acuerdo a nuestro grado evolutivo.

El hecho de permanecer encerrados por tantos días nos va a obligar tarde o temprano a mirar hacia dentro de nosotros, a analizar todos los sentimientos y miedos que no habíamos querido ver, que podíamos evadir con las rutinas diarias.
Muchos de nosotros hemos quedado atrapados, por decirlo de alguna manera con personas con las cuales no teníamos buena comunicación, o con quienes teníamos temas pendientes de aclarar, lecciones urgentes que aprender y muchos temas parecidos, y este hecho no es casualidad, es porque quizá el planeta vaya a pasar a otro nivel evolutivo y debemos de trabajar de una vez por todas, cada una de estas emociones.

Por primera vez la humanidad entera está trabajando sus emociones más escondidas, sus miedos más grandes, sus pasiones más fuertes, sus heridas de la niñez, todos al mismo tiempo.

Todos estos sentimientos van a aflorar después de varios días de estar en aislamiento, habrá quienes no hagan caso y sigan evadiendo, para quedarse atrás y haber desaprovechado esta oportunidad tan maravillosa, pero seguramente habrá otros que analizarán sus sentimientos y sus reacciones ante cada momento vivido en estos días que muy seguramente se volverán históricos, por ser el tiempo que el mundo paró.

El tiempo en que dejamos de huir de nosotros mismos para estar siempre muy ocupados, el tiempo en que el planeta y los animalitos volvieron a disfrutar de su hábitat, sin nuestras basuras, nuestros líquidos contaminantes, nuestros humos tóxicos, nuestros pensamientos negativos, nuestro arrasar con todo. El importante momento del planeta en que por primera vez todos paramos para mirarnos cara a cara y reconocer nuestra esencia.

Muy seguramente gracias a este mágico momento en que sufriremos un tiempo de grandes transformaciones, muchos saldremos convertidos en hermosas mariposas, que habrán liberado sus miedos, sus traumas y sus heridas. Muchos otros quizá deban seguir otros caminos diferentes, pero tarde o temprano todos llegaremos a lo mismo, llegaremos a de dejar de ser seres manejados por sus egos y sus mentes, para llegar a ser seres conectados con nuestra DIVINIDAD, seres llenos de luz y amor que han vuelto a su esencia.

Estamos ante un gran cambio de la humanidad y depende de cada uno el saber aprovechar muy sabiamente este tiempo. Esta especie de reset de cada uno, este alto en el camino de todo el planeta al mismo tiempo debe de dejarnos grandes enseñanzas. Debe de dejarnos UNA NUEVA ERA.

lunes, 16 de marzo de 2020

Qué aprenderemos de esta experiencia?

Hace años cuando vivía en Miami me tocó vivir una experiencia parecida con los huracanes.
Después del paso de uno de los más fuertes quedamos sin luz por una semana. La mayoría de las empresas tuvieron que cerrar y las escuelas suspendieron clases.
Esto hizo que tuviéramos que convivir no sólo con nuestras familias, sino con nuestros vecinos.
Las estaciones de gasolina tenían abasto pero no había luz para que las b
ombas surtieran, lo cual hizo que nadie logrará irse a otras ciudades. No quedaba otra que CONVIVIR!
En esa hermosa semana que nunca olvidaré platicamos con mi esposo y con mis hijos temas que jamás habíamos tocado, jugamos mil juegos, hasta tuvimos tiempo de abrazarnos y creo que desde ese tiempo nos volvimos más unidos.
Conocimos vecinos que jamás habíamos tratado. Nos reuníamos a cocinar con leña, porque casi todas las estufas en Miami son eléctricas, asi que nos poníamos de acuerdo con toda la calma, que no nos permiten nuestras rutinas diarias para ver que cocinabamos cada día. Gracias a esos momentos empecé a tratar vecinos que veía de lejos hacia varios años, vecinos que hoy son grandes amigos, no sabía hasta ese momento lo lindas personas que eran.
Gracias a esos días recordé que el propósito de nuestras vidas es evolucionar, es aprender lecciones y esto sólo se logra a través de las relaciones humanas.
Recordé también que hacer dinero, tener éxito, comprar todo lo de moda, no es lo importante de la vida, no es lo que me voy a llevar. En mi corazón y en mi alma sólo quedarán los momentos vividos y las grandes lecciones de aprendizaje.
Por eso hoy agradezco por esta nueva oportunidad de poder compartir con mis seres más cercanos, de poder hacer un alto a las imparables y aceleradas rutinas diarias.
Estoy segura que una gran lección aprenderé está vez, que estaba perdiendo de vista y que por supuesto es más importante que cualquier otro tema.
Esta vez seguramente sabré aprovecharla mejor, escuchando a mis hijos y mi esposo muy detenidamente, disfrutando este tiempo con plena atención.
Y cuando todo esto pase, miraré este tiempo con gran gratitud sabiendo que supe aprovecharlo sabiamente.
Gracias
Cony Garrido
Periodista, escritora y catedrática.